Qué
vergüenza!! Aunque más vergonzoso es tratar de capitalizar políticamente la
visita o, llegar a buscar que la misma se constituya en un evento de “rebaja de
penas” definido como un “acto de misericordia”; así lo afirmó en El Nuevo Siglo el
Presidente de la Conferencia Episcopal, dando paso a que de forma segura, los
primeros beneficiados serán las hordas vandálicas de la corrupción.
Leyendo la
Bula del año de la Misericordia, presentemos a Francisco acciones concretas
contra la injusticia, la violencia organizada y contra
las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción, a la que denomina "llaga
putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera
conversión: “Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de
tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis”.
Si no
mostramos voluntad de acercamiento, misericordia, compasión y sobre todo, de
transparencia, mejor que Francisco no venga, qué pena sería el vernos peleando.
Posdata:
El gobierno colombiano, que en 2013, por medio del Decreto 2193, resolvió afectar
las relaciones amistosas que existen desde 1967 entre Chipre y Colombia, al
incluir nación en la lista de paraísos fiscales y no
ha contestado la carta del
Embajador Evagoras Vryonides, por medio de la Nota ECO/COL/02-260, quien consideró injusta dicha decisión (en el
mismo decreto se incluyó a Panamá). En esa <<lista negra>>, el
nombre de la República de Chipre hace parte de los países señalados como lugar
con los que hay que tener cautela al hacer intercambios financieros con
Colombia. La Cancillería colombiana también desconoce la Convención de Viena
sobre relaciones consulares, pues se resolvió unilateralmente, sin fórmula de
juicio, no renovar los carnets de identificación, que hacen parte de la
política recíproca internacional de privilegios e inmunidades, a los cónsules
honorarios de Chipre, socavándose el orden legal y político internacional.
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