El Servicio Militar es un deber
patriótico según la
Constitución Política colombiana, que cifra su vigencia en la
necesidad de que todos los colombianos contribuyan a defender y mantener la
independencia, la integridad del territorio y el orden constitucional, cuando
las necesidades públicas lo exijan. Constituye, a la vez, una prestación correlativa
de los derechos que la Carta consagra a favor de los asociados.
Revestido de formalismos legales
y constitucionales, el Servicio Militar, implica, de acuerdo con el artículo 95
Superior, el cumplimiento de unos deberes, que buscan la colaboración de los
conciudadanos para el cumplimiento de las metas trazadas por el Estado,
principalmente en su papel de defensa y protección a éste y a los habitantes de
la República.
Los Derechos Fundamentales tienen
un carácter relacional entre el fenómeno jurídico, --que en este caso sería el
deber constitucional de la prestación del Servicio Militar- y la unidad interna
de los bienes y la naturaleza humana, es decir, la dignidad que toda persona
posee. Juan Cianciardo en su estudio sobre Los Limites de Los Derechos Fundamentales, expone dos teorías sobre el
particular; la externa, que considera que los derechos son ilimitados, pero
que al colegir con los demás derechos crea una limitante, y la interna, que define estos derechos como
limitados por la
Constitución Nacional e ilimitables en su contenido.
Si bien los derechos, y
particularmente los considerados fundamentales, no se pueden desconocer en su
esencia bajo ninguna situación, no se vulneran cuando se regulan para su
adecuado ejercicio, ni tampoco cuando se limitan por la ley o la misma Constitución
para viabilizar el cumplimiento de los deberes que la Carta le impone a las
personas en beneficio de la colectividad o al servicio del Estado.
Así, un deber constitucional no
puede tener prevalencia sobre los derechos constitucionales de los cuales goza,
en este caso, el llamado a filas; menos aún, cuando tal deber se desarrolla en
un contexto riesgoso tanto espacial como temporalmente, teniendo en cuenta el
actual momento de finalización del conflicto que vive el país.
Los soldados y demás efectivos de
la fuerza pública, tienen una importante labor con una alta responsabilidad que
nosotros, los civiles, amparados en postulados constitucionales demandamos,
pero que en ocasiones cegados por el individualismo y por los atares de la vida
diaria, olvidamos los esfuerzos y el riesgo que estos hombres corren en su
tarea y que adicionalmente algunos de ellos ven como sus derechos se desconocen
aún por los estamentos de los cuales hacen parte.
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