
Allí, en El Instituto de Historia, el
Rector era Antonio Cacua Prada, hombre serio, de voz recia y diáfana, que aun a
sus más de ochenta años conserva para retumbar con eco en los salones de las
academias a las que pertenece.
Como periodista, fue cronista de El Siglo
y director de El Fénix
Nacional. Abogado, escritor prolífico,
congresista, académico, locutor, diplomático, educador, virtudes que hacen
parte del numeroso elenco de palabras que se podrían utilizar para definirlo,
pero una de ellas encierra todo: Señor. Y como mi padre me enseño, a todo Señor,
todo honor.
Humanista de alto vuelo. A sus 83 años,
que cumple el 11 de febrero, sus libros suman varias docenas. Entre sus obras
más destacadas están Colombia en la
historia, Historia del periodismo colombiano, complementada con otro libro de similar temática: Orígenes del
periodismo colombiano; Historia de la educación en Colombia; Símbolos patrios
nacionales; El cartagenero Juan García del Río; El Teatro Faenza; Orestes
Sindici; Manuel del Socorro Rodríguez; José Gregorio Hernández; Germán Arginiegas,
cien años de vida para contar; Antología poética de Aurelio Martínez Mutis;
Andrés Bello, precursor de la integración americana; etc.
Ha estudiado la vida
de Bolívar y su descendencia oculta; ha biografiado a Manuelita Sáenz y a
Santander; escribió una obra sobre Bernardo O´Higgins y otra sobre José de San
Martín, que le valió ser designado como Presidente del Instituto Sanmartiniano,
filial Colombia, del cual es uno de los pocos integrantes vivos.
Es de resaltar la
labor que desde hace más de quince años realiza desde la Academia Patriótica
Antonio Nariño, dedicada a promover la figura del más ilustre de los bogotanos,
ese ciudadano de todos los tiempos a quien el próximo 9 de abril le
celebraremos el 250 aniversario de su natalicio.
Cacua Prada ha recibido numerosos
homenajes, pero como profesor que soy, considero, que el mejor, es el que nos
prodigan nuestros estudiantes con palabras sencillas salidas del corazón.
Doctor Cacua: su esfuerzo por hacer que la historia de Colombia retorne a las
aulas, al haber desaparecido del pensum escolar y universitario en 1982, es una
bandera que no podemos abandonar, cuente con mi concurso.
Hoy le recordaba dentro de un imborrable grupo de amigos, junto a Germán Arciniégas, Otto Morales Benítez, Carlos Angulo Galvis, Evaristo Obregón Garcés. Rubén Amaya Reyes, quienes forjaron la Institucionalidad Universitaria, las Letras y la Historía en nuestro País.
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