Señor Director:
Con respecto al editorial del 3 de noviembre de 2003, únicamente quiero hacer la siguiente aclaración: No es la primera vez que España contará con una futura reina consorte adorable hija del vecino . Para no ir más allá del siglo XIX, pues tengo más ejemplos, la Reina Julia Bonaparte era menos que plebeya y antes de que su marido José I de España (José Bonaparte) fuera Rey durante la invasión napoleónica a la península ibérica, ya había sido Reina de Toscana.
Otro caso es el de Eugenia de Montijo, Emperatriz de Francia, esposa de Napoleón III, que si no es porque un tío le hereda varios títulos, no habría pasado de ser una aristócrata del común. Finalmente, otros dos casos de plebeyas españolas elevadas a tronos de Europa durante el siglo XX: la Reina Fabiola de Bélgica (Fabiola Mora Aragón, que luego se puso el De y la Y), una aristócrata que como última hija del Marqués de Casa Reiria no tenía más opción matrimonial que la de una simple mortal, o la de la Reina Margarita Gómez-Acebo, esposa de Simeón II de Bulgaria, hoy Simeón de Sajonia Coburgo y Gotha, quien luego fuera Jefe del Gobierno en su país.
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