viernes, 6 de junio de 2014

Sahara y Marruecos


Debido al inicio de un nuevo seriado de televisión Marruecos vuelve a cobrar la vigencia que se une a la importancia que ha tenido como primer país del mundo en haber contado con una Universidad, la de Fez.

Incluso, en muchas ocasiones, diferentes municipalidades de Colombia, particularmente del Departamento del Tolima, han solicitado al Embajador del Reino de Marruecos Noureddine Khalifa, hermanar las ciudades de Casablanca, Rabat-Sale, Fez, Safi, Agadir con Casabianca, Armero-Guayabal, Saldaña, Guamo y Girardot, con el fin de intercambiar experiencias en el campo de ciencia y tecnología, turismo y agroindustria. En estas ciudades el comercio se desarrolló por la presencia árabe y de ahí que la herencia cultural es innegable en el desarrollo comercial. Así mismo, se han adelantado diálogos con el sector empresarial colombiano con el fin de ofrecer los servicios logísticos de Puerto Tánger, uno de los más grandes del mundo y que permitiría que los nuestros tengan comunicación con Europa, Asia, África y los países árabes.

Para propiciar mucho más las relaciones entre Colombia y Marruecos, será muy importante poder crear la corporación de la Amistad colombo-marroquí, y así incentivar más encuentros proyectos de acuerdos de cooperación en distintos sectores  como la cultura y la educación, la ciencia y la tecnología y la cooperación.

Marruecos apoyó y motivó la candidatura de Colombia como sede del mundial de futbol sub 21 y apoyó para que Cartagena fuera sede de la cumbre mundial del turismo.

En 2011 aprobó a través de referendo su nueva Constitución con más del 98% por el “sí” de los votantes que apoyan a Su Majestad Mohamed VI, El Demócrata, heredero del trono alauí, quien así se ratifica como el más importante protagonista marroquí para la transición a una monarquía constitucional desde que en 1999 falleció su padre Hasán II. El semanario “Tel Quel”, lo bautizó “Más Rey que nunca”, pues la nueva Constitución da nuevas competencias al Ejecutivo y al Parlamento, sin que eso afecte la decisión última del Jefe de Estado en los asuntos esenciales.

El soberano alauí, dentro del mundo árabe, ha sabido ser símbolo y modelo de modernidad, aperturismo y estabilidad, comparable con la del rey jordano Abdallah.

Esa Constitución se basa en cinco puntos: El primero, la posibilidad de que el Rey nombre a un primer ministro como Jefe del Gobierno, entre los miembros del partido más votado en las elecciones legislativas. Mantiene sin embargo el control de las decisiones sobre la formación del Gobierno, así como el cese o la nominación de sus integrantes, embajadores y gobernador del banco emisor. El Jefe de Gobierno queda facultado para presidir por delegación real el Consejo de Ministros.

El segundo, permite al Rey promulgar las leyes y disolver las cámaras parlamentarias; además, los diputados y la ciudadanía podrá tener iniciativa legislativa. Se castiga duramente el transfuguismo político, de lo cual Colombia debería tomar ejemplo.

El tercero, el Rey ejerce el derecho de gracia y presidirá el Consejo Superior del Poder Judicial con derecho a nombrar a diez de los veinte magistrados y aprueba por medio de un decreto irreductible (dahir), la nominación de los otros diez magistrados.

El cuarto, un nuevo Consejo Superior de Seguridad presidido por el Rey, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, reúne a las principales autoridades del sector, dictando la línea de acción en materia de seguridad exterior e interior, principalmente en la lucha contra el terrorismo en el Sahara Occidental.

El quinto, el Rey preside el Consejo Superior de Ulemas, única instancia para producir “fatuas” o edictos oficiales; es garante del libre culto y conserva el título de Amir Al Mouminine, Comendador de los Creyentes, es decir, una especie de divinidad en la tierra que propugna por el resguardo del Islam.

Sin embargo, algo para tener en cuenta, es que el diferendo regional sobre el Sahara ha tenido en estas últimas semanas nuevos giros, con los levantamientos en los campamentos de refugiados de Tindouf, (Sur de Argelia), del Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC), contra las directivas del Polisario, acusadas de cometer actos de injusticia, corrupción y enriquecimiento ilícito a expensas del sufrimiento de esa población, a pesar iniciativa emprendida por Marruecos en el 2007, con la presentación del Plan de Autonomía, calificado por la Comunidad Internacional como una herramienta seria y creíble para dar solución al conflicto.


El Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC), ha venido rechazando las tesis tradicionalistas del Polisario, calificadas como anticuadas y pasadas de moda en el marco del contexto internacional actual, y denuncia el despotismo de su cúpula militar. Por todo lo que antecede, este Movimiento reclama actualmente la salida de Mohamed Abdelaziz, tanto de la dirección del Polisario como del supuesto gobierno y convoca a una transferencia de poder.; también ha denunciado la utilización ilegal por las directivas del Polisario de ayudas humanitarias otorgadas por la Comunidad Internacional, con miras a someter a los disidentes, privando a las poblaciones que viven desde hace cerca de cuarenta años en los campamentos de Tindouf de sus derechos a la enseñanza, empleo, la libertad de movimiento y obtención de documentos de viaje, lo cual va en contra de los diferentes Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos.

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