Ante la distorsión histórica y las “libertades estilísticas” que se ha dado el libretista de esta serie, recordemos a Policarpa Salavarrieta y Ríos, sin duda, la heroína más popular de la época del terror impuesto en la Nueva Granada a principios del siglo XIX, durante la reconquista española.
Gracias a doña Enriqueta Umaña, Colombia ha sabido –aunque ahora lo desconoce-, cómo fue la interesante vida de esta gloriosa mujer, y qué tan importante para la libertad de nuestra Patria fue la trayectoria de esta ilustre patriota, ahijada de Margarita Beltrán, hermana de Manuela Beltrán, la cual vivía en Guaduas. Por este motivo la Salavarrieta pasaba allí sus temporadas, laborando siempre en bien de los patriotas. Un día llegó a casa de doña Andrea Ricaurte y Lozano, otra decidida patriota; allí, ella y la Pola formaron un costurero para la ropa de los soldados con otras damas de Santa Fe. En ese ambiente se tejían noticias y salían postas secretas que llevaban mensajes a los a los patriotas con indicaciones que les permitían arreglar las triunfales emboscadas contra los realistas.
Policarpa tuvo seis hermanos, tres de los cuales, luego de prestar su contingente en las filas patriotas, profesaron en la Orden Agustiniana y el menor, Bibiano, fue quien acompañó a la Pola durante toda su vida hasta verla sacrificada en el patíbulo, capturada y expiada por el tristemente célebre sargento Iglesias. De la Pola , como se le conocía, quedó en letras fulgurantes, en el altar de la Patria su última arenga al pueblo santafereño, cuando iba a ser sacrificada:
“Pueblo indolente ! Cuán diversa sería vuestra suerte si supiéseis el precio de la libertad ! Ved que aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más !”.
Con ocho de sus compañeros entre los cuales se hallaba su novio, el también criollo Alejo Sabaraín, con quien estaba prometida en matrimonio, fue condenada a muerte, sufriendo el martirio en la denominada “Huerta de Jaime”.
En 1957 fueron conocidas con el nombre de “Las Policarpas”: Bertha Puga de Lleras Camargo, Helena Calderón de Santos y Paulina Nieto de Caro, quienes editaron el periódico “La Resistencia ”, en contra del gobierno del general Rojas Pinilla.
Otra gran infamia de la serie ha sido la enlodar la imagen de la gran dama que fue doña Magdalena Ortega de Nariño, reivindicada por Felipe Osorio Racines sus libros, frente a lo dicho por Carmen Ortega Ricaurte. Vale la pena que el libretista conozca mi libro “El Constitucionalista Antonio Nariño”, editado por la Academia Colombiana de Jurisprudencia.
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