Continúa la ola invernal y la magnitud, frecuencia y consecuencias frente a las situaciones de desastre, requiere de tomar cartas en el asunto sobre la necesidad de responder de manera rápida y conjunta en esta materia; ante situaciones de riesgo o de desastre, es importante reconocer que en el marco de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (EIRD) cada Estado debe contar con una plataforma nacional que aborde los objetivos estratégicos y las prioridades de acción del Marco de Acción de Hyogo para la reducción del riesgo de desastres, avanzando en la articulación y el fortalecimiento de otros mecanismos para la incorporación regional y subregional, tomando en cuenta la experiencia reciente a través de mecanismos y actividades tales como el Caribbean Disaster Emergency Management Agency (CDEMA), el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en America Central (CEPREDENAC), el Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres, (CAPRADE) y la Reunión Especializada del MERCOSUR de Reducción de Riesgos de Desastres Socio Naturales, la Defensa Civil, la Protección Civil y la Asistencia Humanitaria (REHU) para mejorar la coordinación de la asistencia humanitaria y fortalecer el desarrollo de actividades de prevención y la reducción de riesgo de desastres en Colombia.
Prevención no es altruismo ni paternalismo. Sin embargo, no podemos dejar de lado agradecer la especial colaboración de las naciones amigas de Colombia, que tanto aportaron y esperamos lo sigan haciendo, en momentos tan graves vividos a lo largo y ancho de nuestra geografía con ocasión de la cruda ola invernal que aún no cesa, teniendo presentes los estudios del relator especial de las Naciones Unidas para la protección de las personas en caso de desastres, que obligan también a una acción conjunta con la Comunidad Internacional en el tema de prevención.
Hace poco, el Gerente de la Junta de Colombia Humanitaria dijo que los operadores cuentan con 167 mil 44 millones de pesos que ya fueron entregados a los departamentos y municipios para la atención de las necesidades prioritarias de los damnificados por el invierno.
Ahora el llamado debe ser a la recuperación del país, sin dejar de lado a las instituciones educativas, que podrán recibir el kit escolar ofrecido en distintos establecimientos de comercio. Sería muy bueno que en desarrollo de estas actividades, Colombia solicite a la Organización de los Estados Americanos el apoyo de los Cascos Blancos de la OEA, esa fuerza de paz que tiene como misión ayudar en materia de prevención y atención de desastres naturales.
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